La falta de interés por parte de la administración de la alcaldesa Irene Olea Torres por brindar mantenimiento a los inmuebles dañados que se ubican en el centro histórico de Izúcar de Matamoros provoco que uno de ellos colapsara y se viniera abajo, hecho en el que por fortuna no hubo lesionados, ni pérdidas humanas.

Los hechos ocurrieron de manera sorpresiva en una de las bardas de una casona del centro ubicada en la esquina de las calles Melchor Ocampo e Hidalgo.

Fueron las direcciones de Protección Civil y de Servicios Públicos del Gobierno de Izúcar de Matamoros quienes llegaron al lugar para ver lo que había pasado, pero no pudieron hacer nada ni hacen nada con el resto de las casas que se encuentran en estas mismas condiciones y se caen poniendo en riesgo la seguridad de los transeúntes.

Este inmueble aún conserva un negocio establecido -una papelería- que se encuentra a un costado de donde ocurrió el derrumbe. Incluso en el 2017 se les dio la orden de que no iban a poder reabrirlo, pero lo repellaron y sin hacer caso de las recomendaciones lo abrieron para que finalmente una barda colapsara ante la complacencia de la alcaldesa.

Aunque Protección Civil no reportó ningún lesionado y Servicios Municipales indicó que un poste de alumbrado público fue dañado.

La dependencia municipal destacó que, en un peritaje inmediato, el evidente estado de daño estructural del inmueble, la humedad y la falta de mantenimiento serían las causas del derrumbe. Pero entonces si sabía eso debió acordonarlo y no permitir que se convirtiera en una bomba de tiempo.

Ante esa situación, la zona permanece acordonada para evitar posibles daños a transeúntes y automovilistas, mientras se da parte a las autoridades correspondientes, a fin de que el propietario del inmueble se haga cargo de las reparaciones y cargos a que haya lugar.