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Aborto seguro, una oportunidad para tener maternidades elegidas

Aborto seguro, una oportunidad para tener maternidades elegidas

El aborto seguro permite que las mujeres y otras personas con capacidad de gestar puedan tener maternidades elegidas: decidir ser madres o no, cuando quieren serlo y planear otros aspectos de cómo desean llevar esta experiencia, de acuerdo con las estadísticas del programa público Interrupción Legal del Embarazo (ILE) que durante 16 años ha ofrecido servicios de aborto en la Ciudad de México.

Para las mujeres que quieren ser madres existe un programa federal que cubre sus necesidades, no obstante, aún no se crea una política o estrategia nacional en México para las mujeres y personas con capacidad de gestar que no quieren tener hijos, y por lo tanto, requieren servicios como la interrupción del embarazo para planear una vida donde sus derechos sexuales y reproductivos sean respetados. Esto es importante porque las mujeres se embarazan sin desearlo por diferentes razones, muchas de ellas ajenas a su consentimiento y voluntad, por ejemplo, métodos anticonceptivos que fallan o abusos sexuales. Y, además, algunas no pueden continuar con un embarazo cuando éste afecta gravemente su salud.

Ante estas situaciones, el programa público ILE es un ejemplo de modelo que se puede replicar en otros estados de forma particular o a nivel nacional para ofrecer el aborto como un servicio ginecológico más que permite preservar la salud de las mujeres y protege sus derechos. Las estadísticas del programa de Ciudad de México muestran que cuando las mujeres tienen la posibilidad de interrumpir un embarazo retrasan el momento en que tienen su primer hijo o refuerzan su decisión de no querer ser madres.

Del total de mujeres que utilizaron el servicio de ILE y que sí dieron información sobre la cantidad de hijos que tenían (194 mil 940), el 40 por ciento dijo que no tenía hijos, de acuerdo con las estadísticas más recientes del programa. Por otra parte, el 28 por ciento de mujeres que accedieron a este servicio y que dieron información al respecto tenía un hijo y el 32 por ciento era madre de 2 o más hijos.

Esto quiere decir que el aborto seguro también ayuda a que las mujeres puedan tomar decisiones sobre el tamaño de sus familias y tengan la oportunidad de considerar otros aspectos como los socioeconómicos.

La posibilidad de abortar en los servicios públicos de Ciudad de México permite tomar decisiones como las anteriores, en cambio, la permanencia de la penalización de este procedimiento en 21 estados de la república coloca en una situación de desigualdad a las mujeres que viven en esos lugares. Lo anterior también se demuestra mediante la tasa de fecundidad.

Según los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) de 2018, para el quinquenio 2013- 2017, en México, la tasa global de fecundidad fue de 2.21 hijos por mujer en edad reproductiva. Este estudio incluye diferencias significativas por entidad federativa: mientras que en Chiapas, donde el aborto aún está penalizado, es de casi tres (2.80) hijos por mujer en edad reproductiva, en la Ciudad de México es de 1.34, la más baja de la república.

“Esperamos que pronto los estados que faltan reconozcan que tienen una deuda histórica con las mujeres y que deben cumplir con la resolución de la Suprema Corte de Justicia. En aras de alcanzar la igualdad y la no discriminación, los y las legisladoras deben garantizar los mismos derechos a las mujeres que viven en los estados donde aún se penaliza”, comentó Fernanda Díaz de León, subdirectora de incidencia de Ipas Latinoamérica y El Caribe (Ipas LAC). Con estas cifras se podría concluir que las mujeres deciden tener menos hijos donde el aborto es legal como en Ciudad de México, sin embargo, también hay que considerar que este descenso en la fecundidad se debe a varios factores.

Investigaciones recientes publicadas por Ipas LAC dan cuenta del impacto que han tenido los programas de planificación familiar en la población, los cuales se han centrado en difundir y proporcionar los medios necesarios para regular la natalidad. Por otra parte, las estadísticas de ILE muestran que sus usuarias toman la decisión de interrumpir un embarazo en momentos clave de su vida.

En cuanto a la edad, el 45 por ciento de mujeres que solicitaron el servicio ILE tenían entre 18 y 24 años, seguido por las mujeres de 25 a 29 años que representan el 25 por ciento. Poder decidir cuando ser madres o no serlo también afecta cómo las mujeres pueden seguir sus estudios u otros planes de vida y les permite tomar elecciones con más libertad sobre sus relaciones sexoafectivas. El 61 por ciento de las usuarias ILE tenían educación media superior o superior y el 40 por ciento estaba en una relación (11 por ciento casadas; 29 por ciento unión libre).

En Ipas LAC consideramos que el aborto seguro y la despenalización de este servicio de salud permiten que existan más maternidades elegidas y aumenta la autonomía de las mujeres mexicanas para tomar decisiones sobre su vida.